
El manga nunca deja de sorprender con su capacidad para contar historias de manera apasionada incluso cuando la temática no parece dar lugar a ello. Tierra, sangre, conocimiento es la mejor prueba de que, cuando tienes una buena historia y sabes contarla bien, los recelos del lector se esfuman de inmediato. Entre septiembre de 2020 y abril de 2022, en las páginas de la revista semanal Big Comic Spirits de Shogakukan, Uoto narró este impresionante relato sobre los estudios que acabaron dando pie a la consideración científica de la teoría heliocéntrica, según la cual los astros giran alrededor del Sol, incluida la Tierra, frente a la teoría geocéntrica defendida por la fe imperante, en la que todo giraba alrededor de la Tierra, la gran creación de Dios. Recopilado en 8 tomos, publicados en castellano por Milky Way Ediciones en su totalidad, se trata de un manga muy bien considerado en Japón, donde se alzó con diversos galardones y reconocimientos (Gran Premio en los Premios Culturales Osamu Tezuka 2022, Mejor Manga en los Premios Seiun 2023, 2.º puesto en los Manga Taishô de 2021 y en la lista Kono Manga ga Sugoi! de 2022…).
Ahora, con el inicio de la temporada de otoño en la televisión japonesa, llega la adaptación animada, que corre a cargo del reputado estudio Madhouse. Cuenta con la dirección del veterano Kenichi Shimizu (Parasyte -the maxim-), diseño de personajes de Masanori Shino (Black Lagoon, No Guns Life) y música de Kensuke Ushio (Chainsaw Man, DAN DA DAN). La serie podrá seguirse semanalmente a través de Netflix.
Historia, corazón, destino, estrellas... ¡He aquí el relato de quienes dieron su vida por una verdad incómoda para el poder! A principios del siglo XV, en algún lugar del reino de P, Rafal está a punto de marchar a la universidad para dedicar su vida a la teología, si bien su verdadera pasión es la astronomía. Enamorado de las estrellas, el destino quiere que este muchacho inteligente y curioso conozca a Hubert, un hereje que ha abjurado de sus “estudios prohibidos”: la teoría heliocéntrica, según la cual la Tierra y el resto de los planetas giran alrededor del Sol, algo contrario a la fe imperante. Este encuentro marca el inicio de la lucha de un puñado de hombres y mujeres a lo largo de varias décadas para demostrar el auténtico movimiento de los astros. ¡Porque sí: se mueve!