Entre junio y julio, hemos comenzado a publicar las nuevas obras de mangakas ya presentes en nuestro catálogo. La intriga más inocente e inquietante regresa de la mano de Somato, igual que el romance de instituto que ofrece Shiki Kawabata.
Con el paso de los años desde que iniciamos nuestra actividad editorial, ha sido habitual ver cómo autores de los que habíamos publicado alguna obra han vuelto a pasearse por nuestro catálogo con más títulos: Kaori Ozaki, Masasumi Kakizaki, Asumiko Nakamura, Yoshitoki Oima, Mizu Sahara, Usamaru Furuya… Una especie de “club del éxito”, que sirve como buena muestra de quiénes han despertado mayor interés entre los lectores, pero también cuáles nos han conquistado con sus argumentos, su grafismo y su manera de contar historias incluso cuando las ventas, a veces, no han sido precisamente espectaculares. Este verano hemos iniciado la publicación de unos cuantos títulos nuevos, y dos de ellos pertenecen a mangakas que ya formaban parte de la familia Milky Way Ediciones y que, por lo tanto, se unen a ese selecto “club”.
El patito feo que surcó los cielos fue una de nuestras novedades para el Salón del Manga de Barcelona de 2016. Se trata de una historia de instituto que mezcla romance, drama y fantasía en tres intensos volúmenes. En ella, Ayumi Kohinata, guapa y popular, recibe de repente una llamada pidiéndole que mire la azotea del edificio de enfrente y, al hacerlo, observa cómo su compañera de clase Zenko Umine, tímida y poco agraciada, se lanza al vacío bajo un cielo coronado por una enorme luna roja. Ayumi se desmaya de la impresión y cuando despierta… ¡se encuentra en el cuerpo de Umine! De golpe, su vida cambia por completo. No solo por el intercambio de cuerpos -Umine sobrevive a la caída-, sino porque pierde a su familia y a su novio, el apuesto Kôshirô. Solo su mejor amigo, Shunpei, que está enamorado de ella, se percata del cambio de cuerpo entre las dos chicas. Este gran enredo, entre cómico y dramático, provocado por esa mágica luna roja toca temas como la falta de autoestima, el acoso escolar, las falsas apariencias, la ansiedad social o la superación personal. Lo hace de forma magistral, con una notable evolución de sus cuatro protagonistas. La obra cuenta con una serie de imagen real de 6 episodios de 45 minutos bastante entretenida, aunque de bajo presupuesto y con numerosos cambios respecto al manga, disponible en versión original subtitulada en Netflix.
Bien, pues entre las novedades de julio recién publicadas se encuentra el primer volumen de Mi estrella más brillante (Boku no Orion), una de las dos obras que dibuja actualmente Shiki Kawabata, que empezó serializándose en la revista YOU en 2018 y al año siguiente pasó a hacerlo en Cocohana, ambas de Shûeisha. En unos días saldrá el cuarto tomo en Japón. De nuevo, la autora nos traslada a un instituto, aunque en este caso el protagonismo recae en un chico, Samon Ôtsuki, que vuelve loquitas a las chicas y por eso lo llaman “el Príncipe”. En realidad, Ôtsuki es un tipo normal, solo que se comporta como todos esperan de él y esconde su verdadera forma de ser. Por eso no entiende que una chica de un curso inferior, Koito Kamehira, siempre esté sonriendo pese a ser torpe y lenta de pensamiento. Lo descubre al terminar secundaria, puesto que en la graduación ella le entrega su diario personal: al leerlo, algo cambia en el interior de Ôtsuki. Dos años después, ambos se reencuentran en bachillerato y Ôtsuki trata de dar un paso adelante con ella, pero…
Kuro lo publicamos durante el primer semestre de 2018. Este sensacional manga de intriga, a primer vistazo de aspecto inocente, pero que esconde mucha oscuridad, maravilló a todo el mundo con su particular estilo y ritmo (cada página era una historia autoconclusiva, si bien había un hilo conductor de unas a otras). Además, la mitad de las páginas eran a color, dejando el blanco y negro para la segunda mitad del volumen, en la que se narraban varias historias largas para conocer mejor el trasfondo de la historia y sus personajes. De ese modo, asistíamos al día a día en el hogar de Coco, una niña que vive sola en una enorme mansión. Bueno, sola no: tiene a Kuro, su gato negro, aunque este es bastante particular y hace cosas demasiado extrañas para un simple gato. Por la mansión van pasando de visita diversas personas que conocen a Coco y que velan por su bien. Ellos nunca se salen del camino de piedra que lleva hasta allí, porque algo tenebroso habita en el bosque que rodea el caserón. Algo tenebroso que Coco parece ignorar… pero Kuro conoce bien.
Con una estética similar, a finales de junio se puso a la venta el tomo inicial de Shadow House, obra en la que Somato vuelve a crear un universo fascinante donde la candidez de la protagonista choca con un entramado misterioso del que poco a poco vamos conociendo más detalles. Hasta la fecha, han salido a la venta 5 volúmenes de este manga en Japón. La protagonista se llama Emiliko y es una muñeca viviente al servicio de la familia Shadow, concretamente de una de las jóvenes del clan, Kate. Los Shadow viven en una inmensa mansión y tienen la particularidad de ser sombras sin rostro, que además desprenden hollín. Los muñecos vivientes están, precisamente, para limpiar el hollín, además de servir a su correspondiente miembro de la familia y “ser su rostro”. Emiliko es nueva, por lo que paulatinamente va entendiendo cómo funciona la mansión, cuáles son sus tareas como doncella y cómo debe comportarse por el bien de Kate. ¿Qué secretos esconden ese lugar que no recibe visitas y la extraña familia Shadow?
Mi estrella más brillante y Shadow House, Shiki Kawabata y Somato, romance e intriga, luz y oscuridad. Dos obras completamente distintas, pero que tienen algo en común: ser dos magníficas lecturas. ¡Esperamos que os estén gustando y las sigáis apoyando!